domingo, 20 de mayo de 2012

UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE


El día había llegado, el día en que todo el trabajo realizado se iba a poner en práctica, era el día en que estaríamos frente a frente con los pobladores, empuñando un micrófono y con un parlante estaríamos dirigiendo nuestras voces hacia ellos, los pobladores de Chepito Alto, era el día de poner en práctica el proyecto SALUD PREVENTIVA, TU ESCUCHA ACTIVA.


No fue un día cualquiera para el equipo de producción, debido a que teníamos que madrugar para poder tener todo listo y llegar antes de que el sol logre estar en lo más alto, aunque con algunos contratiempos e inconvenientes pudimos llegar a la hora prevista. Lo primero  que deberíamos hacer era ir a solicitar las llaves del local que nos había brindado amablemente el director de la institución educativa, pero al parecer la persona encargada se había olvidado de dejar la llave del salón, lo primero que se  nos vino a la mente fue pedir apoyo a uno de los pobladores, para nuestra buena suerte la primera casa  a la que nos acercamos nos aceptó, la señora Nancy nos abrió las puertas de su hogar y nos brindó todas las facilidades para poder utilizar su casa y brindar la charla; además siempre estuvimos acompañados por el teniente Rodolfo  Cajusol quien nos ayudó en todo momento, y nos brindó un potente equipo de sonido el cual hizo que la charla se escuchara en todo el caserío de Chepito Alto.


Poco a poco iban llegando los pobladores, en este caso la mayor asistencia fue por parte de las madres de familia y de los niños, que debajo de la sombra de un árbol o sentados en las bancas iban escuchar atentos las dramatizaciones que habíamos realizado. Hacíamos la invitación a través del micrófono, íbamos de casa en casa haciéndoles recordar que hoy era el gran día. Algunas madres de familia llegaban con sus bebés entre brazos, otras los traían tomados de la mano, la finalidad era llegar hasta donde estábamos ubicados.
Comenzamos nuestra experiencia, las madres de familia y los niños nos escuchaban atentamente, nos presentamos, les hablamos a que habíamos venido y colocamos play a la primera historia “MI SILENCIO NO PREOCUPARA MAS A MIS PADRES”, sabíamos entonces que ya habíamos subido al tren, en la cual el destino final era lograr que la población participe y conozca más sobre los temas a tratar.


Las madres estaban aún un poco tímidas, tenían miedo de hablar pero poco a poco se fueron soltando y no tuvieron duda de tomar el micrófono y expresar lo que sentían después de haber escuchado el primer audio, nos contaban que hubieran hecho en el papel de  los personajes de la historia, daban una solución  a la problemática que planteábamos, después de una conversación bien amena y entretenida pasamos a escuchar el siguiente y último audio de la jornada, estaba vez era la historia de María “NO SUPE COMO CUIDAR A MI FAMILIA”, muchas de las madres se sintieron identificadas con esta historia, y una de ellas dijo que había sido  “María” el personaje principal de la historia, y que ahora iba a tratar de cuidar más a sus hijos y poner mucha atención con lo que comen. Así las madres daban sus opiniones, dialogaban con nosotros, y conocían un poco más.


Así íbamos finalizando la difusión de los audios que habíamos preparado; antes de culminar esta experiencia, la señorita enfermera que habíamos llevado, explico más a fondo las problemáticas que habíamos planteado, y aclaro algunos puntos.


Es así como había finalizado ya nuestra primera experiencia, más no la última, porque prometimos regresar la otra semana con otra dramatización y una nueva historia que contar. Al despedirnos el calor de los pobladores fue grande, nos despedían con besos y abrazos, y nos agradecían mucho por la experiencia nueva que habían vivido, para nosotros fue grato ver que las madres regresaban contentas a sus casas de lo que habían aprendido. Antes de retirarnos dejamos bien limpia la casa que nos habían brindado, dejamos el Cd con los audios al teniente Rodolfo para que le haga entrega al director y puedan tener las historias en su miniblioteca.


Era momento de regresar a Chiclayo, retornábamos felices por lo que habíamos logrado y por la acogida de los pobladores de Chepito Alto, me olvidaba, debido a que no había movilidad tuvimos que caminar aproximadamente 15 minutos para poder llegar al paradero más cercano, pero eso ya no importaba mucho, porque el esfuerzo que habíamos hecho, el gasto que habíamos realizado, era compensado con la gran experiencia que habíamos vivido y con haber logrado nuestra meta. Pronto regresaremos con algo nuevo que escuchar. 



1 comentario:

  1. Chepito Alto, más alto que nunca, gracias a ustedes.
    Muy buen trabajo.

    ResponderEliminar